La continuidad de una función puede
interpretarse como aquella que permite que la gráfica de una función no tenga saltos
en ningún punto, por lo que es posible trazarse sin la interrupción en ningún
lugar. Una función debe tener ciertos requisitos para considerarse continua,
por ejemplo, un valor
,
debe pertenecer al dominio de
,
los límites laterales de la función
deben ser iguales, y el valor de los límites
laterales debe ser igual a
.
El estudio de la continuidad de una
función no estuvo siempre presente en la historia, pues cuando se comenzaron a
analizar los límites de las funciones, aún no se tenía ni idea de la
continuidad de una función, pues las que se comenzaron a analizar eran todas
continuas y no había por qué crear un nuevo concepto. No fue hasta que se
presentaron problemas en ciertos trabajos de física dónde se presentaban
funciones discontinuas, que se dio la necesidad de explorar el concepto de
discontinuidad en una función.
En cualquier lugar del universo, por
ende en la naturaleza y en la vida diaria, aparecen numerosos fenómenos que
tienen un comportamiento continuo. Por ejemplo: el crecimiento de una planta es
continuo, el desplazamiento del vehículo o el volumen del agua que fluye de un
recipiente, el movimiento planetario y una infinidad de otros eventos. Aunque
también se presentan discontinuidades en muchas situaciones como: las corrientes
eléctricas, la cantidad de lluvia que cae, la fuerza del viento y otros
fenómenos.
Para consultar el documento completo, visitar el siguiente link: Avance II Cálculo Diferencial
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